Eluana Englaro - Una acción humanamente inhumana
Tras 17 años de permanecer en estado vegetal, el anestesista Amato De Monte, acatando lo instruido por un juzgado de Milán, practicó el protocolo médico e interrumpió la alimentación de Eluana Englaro. Tres días después, Eluana falleció. El resultado de la autopsia fue un verdadero latigazo; Muerte por paro cardíaco provocado por deshidratación.
La polémica y el debate surjen dolorosamente porque no está claro cómo proceder; Si mantener en ese estado a un ser humano que no responde a ningún estímulo, con un cerebro muerto, un cuerpo adulto de apenas 40 kilos de peso, destrozado por la inercia, cubierto de horrorosas y profundas llagas, o bien, suprimirle el alimento, el suero y esperar a que su cuerpo se deshidrate hasta convulsionarse y hacer que su corazón colapse.
El hombre, entonces, se ve enfrentado a esta disyuntiva de poder mirar lo uno e ignorar lo otro o mirar en ambas direcciones y sufrir degustando la infinita ignorancia que guardamos como seres de este mundo. ¿Qué hacer?, ¿cómo haría usted?,¿cómo haría yo?
Mientras la prensa italiana busca responsables, en algunos, por otra parte destaca que el resultado preliminar de los exámenes practicados al cadáver, son compatibles con lo previsto en el protocolo médico y que, por tanto, la acción médica es absolutoria. Todo ello termina por demostrar, en medio de tanta contradicción, nuestra pequeñez frente a los ojos de Dios.
Quizás todo esto nos sirva para reflexionar sobre nuestros actos y entender que la vida es frágil y breve, que en definitiva no nos pertenece, que probablemente moriremos sin llegar a comprender lo que Dios quiere y espera de nosotros.
Vuelvo a preguntarme; ¿Qué hacer?, ¿cómo haría usted?,¿cómo haría yo?.
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