Tras 17 años de permanecer en estado vegetativo, Eluana Englaro dejó de existir luego que fuera desconectada de los sistema artificiales de sobrevicencia.

El secretario de la Congregación para el Culto Divino, el arzobispo Albert Malcolm Ranjith, amenazó de excomulgar a quien(es) intervengan “en la muerte” de Eluana y a quien se le ha empezado a suspender la alimentación cumpliendodo con una autorización del Tribunal Supremo.

“No se puede dar el cuerpo de Cristo a quien está a favor de la cultura de la muerte. Yo, el primero, no administraría la Eucaristía a ninguna persona implicada en esta tristísima historia”, afirmó el prelado.

Ranjith agregó que “quienes sean favorable a la supresión” de Eluana no podrán comulgar, aún cuando éstos “sean políticos, médicos, legisladores y familiares de la enferma” y quedan “de hecho excomulgados”. El arzobispo basó esta posición en el documento del papa Benedicto XVI “Sacramentum Caritatis”, donde señala que quien desee acercarse a comulgar “debe tutelar la vida desde su inicio hasta su muerte natural”. Ranjith criticó a Italia y dijo que en un país que se define “cristiano” en nombre “de una falsa piedad se está asesinando a una inerme muchacha de la peor

manera”.

Ranjith hizo un llamado al padre de Eluana, Beppino Englaro pidiendole “dar marcha atrás, ya que la vida es sagrada” y especialmente en el caso de Eluana. La vida -precisó el arzobispo- es un don de Dios y sólo Dios por las vías naturales puede recuperar lo que nos ha concedido”.

En tanto el Dalai Lama, quien en declaraciones al canal de televisión privada Telecinque (del grupo de Silvio Berlusconi, señaló que si existe la posibilidad de recuperar la conciencia y las funciones mentales “es necesario seguir adelante” con los cuidados de la joven, pero que si se trata “de mantener en vida un cuerpo, entonces es necesario pararse”.

“En el budismo en los casos de enfermedades incurables existe una práctica que consiente el abandono de la consciencia del cuerpo; en el resto de los casos también nosotros hablamos de suicidio”, afirmó el Dalai Lama.

La polémica es enorme y compleja, por cuanto es inhumano conservar en vida un ser humano que vegeta tras casi 17 años, sin embargo, la forma de proceder, suspendiendo el alimento, llevó a Eluana a la muerte por inanición.

Dios nos provea de sabiduría y entendimiento.