La historia de celos que acabó con el brutal ataque a los hermanos Rojo
Chile.- Jeannette Hernández Castro, fue condenada el 19 de enero a la pena de presidio perpetuo simple como autora de los delitos de parricidio consumado y frustrado.
En una primera instancia, la mujer señaló que a la hora del ataque ella se encontraba en su trabajo, sin embargo se estableció que Jeanette Hernández estaba en su domicilio a esa hora y golpeó en múltiples ocasiones en la cabeza a sus hijos. "Como consecuencia de ello, el primero falleció (7)y el segundo (15) resultó con una herida craneal con pérdida de masa encefálica, quedando en un estado de incapacidad en lo físico, con pérdida de movilidad en brazos y piernas, lesiones que estuvieron a punto de causarle la muerte de no mediar oportuna intervención médica, modificando posteriormente el sitio de suceso", señaló el magistrado.
El crimen fue cometido en enero de 2008 y desde entonces las pericias, que en un comienzo apuntaban a terceras personas ajenas a la familia, centraron sus sospechas en la mujer al caer ésta en contradicciones vitales durante los interrogatorios. Según exámenes psiquiátricos, la mujer padece del llamado Sindrome de Medea, patología mental que, llevada por los celos, una persona es capaz de asesinar a los hijos con el propósito de dañar a su pareja.
La fría reacción de la condenada, como en cada uno de los 15 días de juicio oral, Jeanette Hernández ingresó al tribunal con un rostro sereno, inmutable. Durante el proceso siempre se le vio muy tranquila y sólo se mostró afectada cuando enfrentó la declaración inculpatoria de su esposo, Pablo Rojo. De hecho, varios testigos hablaron de su frialdad al enfrentar la muerte de su hijo. Nunca la vieron llorar e incluso una sicóloga declaró que ella nunca vivió su duelo. No gesticuló y sólo atinó a agachar la cabeza cuando escuchó el veredicto condenatorio. Después de eso, nunca más mostró su rostro, pues lo cubrió con su pelo y se retiró sin mirar a nadie.
Fue condenada a presidio perpetuo simple por los delitos de parricidio consumado y frustrado.
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