Se casa Guillermito...
El valor del anillo de compromiso es una cosa, pero el costo de la boda (US$40Millones) es una bofetada a la humanidad, una violación al alma de los que padecen en este mundo. Para quien nada hizo por merecerse el derecho a ser de la estirpe real, la vida ha de resultarle una maravilla. Ya me era suficiente y molesto saber de la existencia del Principe Carlos, un bueno para nada y que goza de los favores de una monarquía añeja, pero que los británicos la mantienen y privilegian porque ello les entrega status, los coloca por encima del resto de la humanidad. Pobres, en definitiva son ellos los que deben inclinarse ante estos nobles parásitos.
Como contraparte a este escandaloso despilfarro, hay niños, hombres, mujeres y ancianos que mueren día tras días por causa del hambre. Crimen de crímenes.
No sé si me hubiera gustado ser nieto de doña Isabel, de cuya avaricia mas vale no hablar. Pero llegar a ser un hombre incapaz de ver la necesidad del otro, que a pesar de los muchos diarios que cada mañana le llega al monarca a su recámara, junto al desayuno, no llegue a resentirse cuando lee de los muchos que mueren por no tener qué comer. Lo lee? o simplemente pasa a las páginas sociales donde sin duda figurará junto a familia real, en medio de otros que sufren ya escoliosis y discopatía crónica de tanta inclinación y reverencia frente a estas garrapatas humanas.
Para estos que disfrutan la vida sin trabajar, sin tener que salir a diario a una oficina, a un taller, a una obra de construcción a ganarse el pan con el sudor de su frente, mandato que solo rige para la gran mayoría, no conocen la vida de otra forma. Hay otros, a los que la vida les pesa tanto, que no son capaces de imaginar siquiera un trozo de pan sobre un mesa.
Ochocientos millones de seres humanos se mueren en el mundo de hambre.