Ricardo Lagos - Transantiago

La implementación de un sistema de transporte público, de fracasados resultados en otros países, marcó el gobierno de Ricardo Lagos.

Luego de diversos cambios y algunos ministros damnificados, el gobierno de Michelle Bachelet aspira que la oposición apruebe la utilización del 2% constitucional para su financiamiento y poder mantener la herencia qu le legara su aliado concertacionista.

El 2% constitucional, es una facultad que tiene la presidenta de Chile para girar recursos, que se amparan de ser destinados para atender necesidades impostergables derivadas de calamidades públicas, de agresión exterior, de conmoción interna, de grave daño o peligro para la seguridad nacional o del agotamiento de los recursos destinados a mantener servicios que no puedan paralizarse sin serio perjuicio para el país, con cargo al presupuesto del año 2009. Para ello, necesita la firma de todos sus ministros, sin necesidad de obtener el respaldo del Congreso.

La oposición señala que "el uso de 2% para el Transantiago sería un error histórico".

Lo paradójico de todo esto que el gran impulsor y responsable de este fracaso, que sigue causando severos y dramáticos incovenientes a la población usuaria, es el que apuntara con su dedo desafiante a Augusto Pinochet, cuando éste ostentaba el poder y en cuya época se consideraba de enorme riesgo y casi suicida, realizar gestos de rebeldía política.

Hoy, esa fortaleza y valentía la ha perdido y lo demuestra con su silencio, con no dar la cara frente a esta irresponsabilidad y ofrecer excusa a todo un país por tan lamentable disparate.

Estar en el poder no es lo mismo que combatirlo!!!
Posted on miércoles, diciembre 17, 2008 by El Autor and filed under | 2 Comments »

2 comentarios:

Anónimo dijo... @ 19 de diciembre de 2008, 16:10

Se dice que hizo fortuna con esto. Tambien que la mujer tiene flota de buses. Sera cierto??

El Autor dijo... @ 6 de enero de 2009, 16:49

Para un tipo como Ricardo Lagos, no reconocer un error, debe ser porque detrás de ese error hay otro que no podría develar ni menos corregir.

Gracias por opinar, Constanza.

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